Pocas novedades ayer.
Un día en el que cesaron los malos rollos, donde hubieron juegos, y todos fueron felices y comieron perdices.
Paula sigue con su psicodepresión. Afortunadamente su estado de ánimo nos evita escucharla cantar a todas horas. Por cierto, canta peor que sus compañeros las cotorras, es una auténtica tortura escucharla. Entiendo que el único motivo por el que trabaja en una orquesta serán sus melones.
Por otro lado, asistimos a un curioso momento, cuando Amor explica a las chicas para qué son las sospechosas pastillas que toman a diario. Ella dice que son proteínas para engordar, ejem...
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